14 febrero 2020

El Gobierno italiano presentó un “Non-Paper”, aprobado por la Comisión Interministerial de Asuntos Europeos el 14 de febrero de 2020, en el que se afirma que el debate sobre el futuro de Europa debe incluir una fuerte participación de la sociedad civil y los parlamentos nacionales. Debe garantizarse la participación de los jóvenes de la UE, así como de los Balcanes Occidentales y los países mediterráneos.

El “Non-Paper” propone que el debate sobre el futuro de Europa tenga dos vertientes:

- un debate sobre las innovaciones que podrían contribuir a mejorar el funcionamiento de la UE, introducir una mayor transparencia y promover la participación de los ciudadanos en los procedimientos de decisión europeos;

- un debate sobre las perspectivas de las principales prioridades políticas de la UE.

En cuanto al primer perfil, relativo a las innovaciones, el “Non-Paper” de Italia propone, en particular:

1. mejorar la participación del Parlamento Europeo en la gobernanza de la eurozona y la transparencia del trabajo en el Eurogrupo;
2. reforzar la institución de la iniciativa ciudadana introducida por el Tratado de Lisboa y, en este contexto, prever la posibilidad de un referéndum paneuropeo sobre cuestiones relacionadas con la integración europea
3. reforzar el papel del Parlamento Europeo otorgándole el derecho de iniciativa; y
4. armonizar la normativa electoral para la elección del Parlamento Europeo, creando las bases para una campaña electoral europea, con el establecimiento de una circunscripción europea pequeña pero simbólica, destinada a promover la competencia entre las familias políticas europeas sobre una base transnacional;
5. iniciar el debate sobre la posibilidad de elección directa del Presidente de la Comisión Europea;
6. utilizar plenamente las disposiciones ya establecidas en los Tratados para simplificar el proceso de toma de decisiones de la UE, en particular previendo el paso a la votación por mayoría cualificada en el Consejo para cuestiones como la seguridad y la protección social, las medidas contra la discriminación, la fiscalidad y la Política Exterior y de Seguridad Común (en determinados ámbitos);
7. desarrollar una acción exterior de la UE más fuerte en apoyo de sus políticas internas, en particular haciendo pleno uso de la llamada "doble función" del Alto Representante, que es miembro de la Comisión Europea y al mismo tiempo puede actuar por mandato del Consejo;
8. reforzar el papel del Consejo de Asuntos Generales, en particular como órgano preparatorio de las reuniones del Consejo Europeo;
9. aprovechar al máximo el Trío de Presidencias del Consejo de la UE, racionalizando la división del trabajo según líneas temáticas y evitando la fragmentación, en particular en relación con las complejas y prolongadas negociaciones legislativas.

Por lo que respecta, en cambio, al segundo perfil, es decir, al debate sobre las perspectivas de las principales prioridades políticas de la UE, el “Non-Paper” de Italia propone, en particular:

1. el acuerdo verde y la transición a una economía más ecológica, para lo cual es necesario contar con mecanismos que garanticen la movilización de fondos adecuados tanto a nivel europeo como nacional;
2. las opciones de política económica, en particular con la definición de una posición de la UE que sea coherente, que vaya más allá de la mera coordinación de las políticas fiscales nacionales sobre la base de criterios rígidos y absolutos, y que prevea la participación del Parlamento Europeo y de los parlamentos nacionales;
3. la realización de la Unión Económica y Monetaria, con un sistema común de garantía de los depósitos bancarios y un mecanismo de estabilización macroeconómica y la posible armonización de la legislación fiscal. También debería considerarse el nombramiento de un Ministro de Finanzas europeo;
4. la definición de una política migratoria europea eficaz basada en la solidaridad, que no se limite a las disposiciones en materia de asilo, incluido un mecanismo de solidaridad financiera y la definición de una política para la migración legal, necesaria para el desarrollo económico de Europa, al tiempo que se promueve un debate sobre una política de integración, anclada en las prioridades de la UE para luchar contra la discriminación y el racismo.

(Fuente: Cámara de Diputados)